Por retraso en el destino y por incumplimiento en el estacionamiento. Por estos dos motivos demostrables acudí hoy a la estación autobuses de Méndez Alvaro-Madrid Sur para que, como consumidor, reclamara a Alsa-Enatcar. La conducción irresponsable del "corredor" durante la segunda mitad de la ruta la dejo aparte por falta de pruebas, salvo mi intranquilidad y la imposibilidad de conciliar el sueño dentro del autocar. Llamo corredor al conductor del autobús que me correspondió en la segunda mitad de la ruta y no chófer, porque claramente demostró que le importó antes llegar puntual -aunque no lo consiguió- a su destino (Campoamor) a costa de poner en riesgo la seguridad de los usuarios que transportaba a bordo. El conductor del autobús paró
a un 1,3 km
de la estación de autobuses de parada obligatoria donde debía apearme, además de con un retraso de 20 minutos, y no lo descubrí hasta que, ya
en tierra, el viento de la madrugada me despertó de mi sueño, cargado yo de
bolsa de mano y souvenirs varios para la familia. Os podéis imaginar la gracia que me hizo realizar otro viaje hasta casa a pie, bordeando la carretera y sin apenas
visibilidad, atravesando una zona de ocio nocturno que no me hizo la menor
gracia. En total 20 penosos minutos de caminata imprevistos hasta llegar a la estación de autobuses, por la mala fe y profesionalidad del conductor, en el que me topé con borrachos y maleantes. Pasé frío, miedo, pero sobre todo rabia por la falta de cumplimiento del deber que demuestra la compañía Alsa teniendo contratado a un empleado como el que me tuve la mala suerte de sufrir. Me pongo a pensar en qué hubiera pasado si en vez de tratarse de mí se hubiera tratado de una persona con movilidad reducida, una anciana o una persona con minusvalía mental. ¿Habría sido capaz el chófer de dejarle abandonado a su suerte en la carretera como hizo conmigo? Parece sorprendente que el país esté llenándose de parados y existan conductores como el que me correspondió, a todas luces un irresponsable.
Para cualquiera que desee implementar una hoja de reclamaciones en Madrid por un mal servicio en autobús (y no la pida en el mismo instante que ocurren los hechos, como me sucedió a mí) que sepa que no tiene que acercarse a la OMIC (Oficina Municipal de Información al Consumidor) sino que tendrá que proceder de la siguiente manera: en el caso de tratarse de un transporte público deberá acercarse al Consorcio Regional de Transportes, en el caso de Madrid sito en la Plaza del Descubridor Diegode Ordás, 3, para reclamar allí; en el caso de tratarse de transporte privado deberá acercare a una oficina de la empresa responsable para exigirla.
Entenderéis ahora por qué presenté una hoja de reclamaciones ante Alsa. Es de ley que los consumidores hagamos valer nuestros derechos que con harta frecuencia son pisoteados por gente sin escrúpulos ni mala conciencia. Todos los días sucede que, por apatía o ignorancia, evitamos reclamar, con lo que la injusticia, de la que se aprovechan los comerciantes se perpetúa. Todos los establecimientos están obligados por ley a contar con hojas de reclamaciones a disposición del consumidor pero muchas veces podemos encontrarnos con comerciantes que dicen no tenerlas para evitar que los clientes reclamen y evitar que su negocio sea objeto de una inspección. Por eso, desde aquí animo a todos los que se encuentren en una situación injusta exijan en la empresa donde fueron tratados inadecuadamente una hoja de reclamaciones al instante de detectar la injusticia o un trato desfavorable, y si el comerciante o la empresa alega que carecen de ella o le instan a volver más tarde para entregárselas se nieguen ello. Es una táctica para que no pueda reclamar. En muchas ocasiones si no se reclama al momento de los hechos no tiene validez reclamar porque se carece de resguardo del servicio o producto adquirido. Por ejemplo, recuerdo en la discoteca Cats reclamé por información engañosa en los precios de las entradas (que establecían de manera arbitraria a la entrada del local según les parecía) y el gerente me dijo que pasara al día siguiente.. El ticket de entrada que me vendieron lo emplee para adquirir la copa que había pagado. Craso error el mío, ya que me deshice del justificante de compra. En caso de que se nieguen a darnos hojas de reclamaciones al instante contactad con la policía para que acuda al lugar de los hechos y podáis presentar una denuncia. Hay muchísimos motivos por los que reclamar todos los días, empezando por la falta de ticket de compra después de adquirir un producto en un establecimiento, por desproporción en los precios, información engañosa, discriminación racial o de género... En Madrid quedan, por ejemplo, discotecas y bares donde siguen vendiendo alcohol de garrafón o adulterado. Si todos nos quejamos pero ninguno reclama nadie nos tendrá en cuenta. Os mantendré informado.
Para cualquiera que desee implementar una hoja de reclamaciones en Madrid por un mal servicio en autobús (y no la pida en el mismo instante que ocurren los hechos, como me sucedió a mí) que sepa que no tiene que acercarse a la OMIC (Oficina Municipal de Información al Consumidor) sino que tendrá que proceder de la siguiente manera: en el caso de tratarse de un transporte público deberá acercarse al Consorcio Regional de Transportes, en el caso de Madrid sito en la Plaza del Descubridor Diegode Ordás, 3, para reclamar allí; en el caso de tratarse de transporte privado deberá acercare a una oficina de la empresa responsable para exigirla.
Es
imprescindible contar con un resguardo del pasaje donde figure el número de
identificación del viajero que añadiremos en la hoja de reclamaciones. Después
de haber incluido nuestros datos personales y haber expuesto el objeto de la
reclamación firmaremos la hoja y nos tendrán que entregar dos copias. (En mi caso, como compensación he pedido el abono íntegro del pasaje por no haber cumplido con las condiciones del servicio pactadas entre las partes). En teoría
la compañía de autobuses tendrá que entregar una copia al Consorcio de
Transportes, que es la que se ocupará de atender la queja y responder al
reclamante. Confío en obtener respuesta en el plazo de un mes y medio. De lo
contrario me pondré en contacto con el Consorcio para informarme. Una de las
dos copias de la hoja de reclamaciones que me han entregado podría utilizarla para
acreditar probar ante el Consorcio la interposición de una reclamación a la
compañía de autobuses.
Entenderéis ahora por qué presenté una hoja de reclamaciones ante Alsa. Es de ley que los consumidores hagamos valer nuestros derechos que con harta frecuencia son pisoteados por gente sin escrúpulos ni mala conciencia. Todos los días sucede que, por apatía o ignorancia, evitamos reclamar, con lo que la injusticia, de la que se aprovechan los comerciantes se perpetúa. Todos los establecimientos están obligados por ley a contar con hojas de reclamaciones a disposición del consumidor pero muchas veces podemos encontrarnos con comerciantes que dicen no tenerlas para evitar que los clientes reclamen y evitar que su negocio sea objeto de una inspección. Por eso, desde aquí animo a todos los que se encuentren en una situación injusta exijan en la empresa donde fueron tratados inadecuadamente una hoja de reclamaciones al instante de detectar la injusticia o un trato desfavorable, y si el comerciante o la empresa alega que carecen de ella o le instan a volver más tarde para entregárselas se nieguen ello. Es una táctica para que no pueda reclamar. En muchas ocasiones si no se reclama al momento de los hechos no tiene validez reclamar porque se carece de resguardo del servicio o producto adquirido. Por ejemplo, recuerdo en la discoteca Cats reclamé por información engañosa en los precios de las entradas (que establecían de manera arbitraria a la entrada del local según les parecía) y el gerente me dijo que pasara al día siguiente.. El ticket de entrada que me vendieron lo emplee para adquirir la copa que había pagado. Craso error el mío, ya que me deshice del justificante de compra. En caso de que se nieguen a darnos hojas de reclamaciones al instante contactad con la policía para que acuda al lugar de los hechos y podáis presentar una denuncia. Hay muchísimos motivos por los que reclamar todos los días, empezando por la falta de ticket de compra después de adquirir un producto en un establecimiento, por desproporción en los precios, información engañosa, discriminación racial o de género... En Madrid quedan, por ejemplo, discotecas y bares donde siguen vendiendo alcohol de garrafón o adulterado. Si todos nos quejamos pero ninguno reclama nadie nos tendrá en cuenta. Os mantendré informado.
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