Wednesday 1 June 2011

¿Eres empleado o trabajador?

Con cinco millones de parados en España y doblando la tasa media europea en desempleo, hay muchos que siguen empeñados en buscar empleo o ser empleado. No sé si todos los Departamentos de Recursos Humanos se tomarán a bien toparse con candidatos que van buscando empleo, pues conviene diferenciar dos palabras que a priori pueden resultar similares, como son empleo y trabajo, y que tienen tanto que odiarse.

Está empleado todo aquel que ocupa un puesto de trabajo legalizado en una empresa, con sus derechos y obligaciones, sin que ello necesariamente le exija alcanzar unos determinados niveles de productividad, mientras que es trabajador aquel que sobresale por la cantidad de trabajo que saca adelante, siendo la productividad una meta a alcanzar. Inclinarse por una opción u otra es iniciativa de uno mismo, pero mantenerse no depende sólo de uno mismo. Los factores externos (clima laboral, incentivos, reconocimientos) ejercen una notable influencia en el rendimiento laboral de cada uno. Por eso hoy más que nunca es necesario despertar al empleado que limita sus tareas diarias a mantenerse en su actual puesto y aupar el ánimo del trabajador que no encuentra recompensado sus esfuerzos (el premio no tiene que traducirse en aumento de sueldo siempre, pueden ser días libres, salir temprano del trabajo, conciliar vida familiar...).

MIS CONSEJOS
Resulta difícil devolver la ilusión a la plantilla cuando el desánimo se ha adueñado de la organización y el contagio afecta desde la cúspide (dirección) hasta la base. En semejante contexto de desgobierno trazo algunos consejos que de manera personal me han servido y ofrezco para quien le pueda ayudar:

- Desarrolla tus obligaciones laborales de una manera ejemplar, con un rendimiento ejemplar y acumulando conocimiento.
- Crecer personalmente pasa por aprender todos los días algo nuevo que poner en práctica.
- Si tu entorno laboral es pesimista quizá necesitas cambiar de entorno y, ojo, que no digo que tengas que cambiar de trabajo obligatoriamente cuando puedes recuperar el optimismo relacionándote con nuevos compañeros de trabajo.
- Los trabajos rutinarios crean autómatas, por eso altera el orden de mis tareas si son mecánicas.
- Ante momentos de saturación de trabajo haz un listado de tus tareas pendientes y ve cruzando tarea por tarea según vayas cumpliéndolas.
- Aprovecha los descansos laborales para hacer lo que más me gusta: lee, disfruta de la hora de la comida con tranquilidad, pasea por un parque, respira oxígeno puro y recarga tus pilas para seguir la jornada.
- Los problemas laborales se resuelven en la empresa. Es injusto culpar a nuestra familia, amigos o pareja de un problema en el que no tienen parte.
- Cuida la alimentación para un rendimiento óptimo: haz cuatro o cinco comidas al día, cada una en su medida, y que contenga fruta, verdura, carne y pescado, los frutos secos y el plátano favorecen la concentración. Cuidadín con las bebidas cafeinadas que alteran nuestro organismo más de lo que nos pensamos y nos vuelven susceptibles.
- Practica ejercicio. No olvides que andar también es un ejercicio sano en el que no siempre se repara.
- Las horas de sueño son personales, lo importante no es número de horas sino calidad de las mismas. Hay gente que tiene calidad de vida durmiendo cinco horas al día. Cuando hago siestas de 15 minutos y siento que he dormido una hora es porque han sido minutos de calidad.
- Amanece con una sonrisa todos los días y repítete frente al espejo que vas a comerte el mundo. Alégrate por estar un día más en este mundo, más próximo a tu meta.
- Aprende de todo y de todos. De camino al trabajo suelo escuchar en el metro las conversaciones aledañas que me hacen ver lo imperfecto que soy.
- Alivia esas semanas laborales que se presentan arduas pensando en el fin de semana inolvidable que se aproxima. Es el precio que tienes que pagar para disfrutar de ese fin de semana.
- Tus amigos, tu familia, tu pareja... Ellos son el motivo de tu existencia. Cambia de trabajo las veces que quieras, pero no los cambies a ellos porque si te han demostrado algo es que te guardan fidelidad.
- Sé práctico, organizado. Por muchas ocupaciones que tengas el día seguirá teniendo 24 horas, así si quieres sacarle el máximo provecho procura explotar cada minuto de manera que mientras estés en una tarea haya otra que esté desarrollándose aunque pocos, salvo tú, puedan percatarse de ello. Cuando tengo poco tiempo libre aprovecho para hacer dos cosas a la vez: sigo en contacto con mi novia por medio de paseos nocturnos.
- No dejes espacio para la pereza. Aunque es difícil escapar a ésta te recomiendo que te planifiques una agenda repleta de actividades para el fin de semana.
- Si no eres lo suficientemente feliz, lucha por esa felicidad sin quejas ni lamentos. En tu mano está volver las tornas.

2 comments:

Luis Antonio Curiel said...

¡Buen artículo, Josete! Veo que la vida te va enseñando y que esas enseñanzas las vas transmitiendo. Ciertamente, hoy más que nunca, es necesario que haya buenos trabajadores, no simples empleados. Supongo que un buen trabajador tiene la satisfacción del trabajo bien hecho, lo que repercutirá claramente en su vida, en su carácter, en sus logros,... Por eso, lo mejor es que sigamos tus consejos para vivir el día a día con plenitud. ¡Merece la pena disfrutar de la vida!

Javi Montero said...

¿Literatura de auto ayuda? Si ese es tu nuevo rumbo los respeto. En ese caso añadiría dos consejos más: cepillarse los dientes por la mañana (si lo que vas a decir no suena bien, al menos que no huela mal) y no perseguir la aprobación ajena.

Ah, por cierto, cuando dices eso de "...haz un listado de tus tareas pendientes y VES cruzando tarea por tarea según vayas cumpliéndolas", que sepas que el imperativo del verbo ir es "ve", no "ves".